Con más de cien mil hectáreas del Chaco Seco, la Estancia Pinas se convirtió en Parque Nacional. Esta es una de las eco regiones más grandes del país y tendrá como meta preservar su biodiversidad y el patrimonio histórico que resguarda de un antiguo asentamiento de los pueblos comechingones.

Refugio de especies

En su interior, se pueden encontrar más de 200 especies de aves, unos 35 mamíferos y 30 reptiles. Es así como por sus paisajes áridos conviven osos meleros, guanacos, matacos bola y otras aves que revolotean sobre los chañares, los algarrobos y los quebrachos. Además, es hábitat de una especie en peligro de extinción a nivel global, el pecarí chaqueño o chancho quimelero, el águila coronada, y otros como el carpintero negro, el cardenal amarillo y el loro hablador.

Conservación de la cultura

Por su parte, luego de pertenecer en un primer momento a los pueblos originarios, este predio rural pasó por una extensa lista de propietarios, como Lisandro de la Torre y Juan Manubens Calvet. .

Esta reserva conformaría, junto con el camino de Los Túnles y la Reserva Natural Chancaní, un importante circuito de turismo ecológico. A su vez, forma parte del corredor de conservación del norte de la provincia, al igual que el futuro Parque Nacional Ansenuza.

¿Otro dato importante? 

Tiene su ingreso por Serrezuela, a través del camino PIEDRITA BLANCA Además en la cercanía se puede encontrar el casco de estancia de la época colonial, al pie del volcán Yerba Buena que pertenece a los volcanes de Pocho.